miércoles, 29 de abril de 2009

EMBARAZO PSICOLÓGICO






Muchas son las mujeres de cualquier época que desean convertirse en madres alguna vez en su vida, haciéndolas pensar que cuando llegue ese día las convertirá en las mujeres más afortunadas del mundo entero por tener la dicha y la sensación que sólo el sexo femenino puede tener; pero en muchas ocasiones ese sueño se ve frustrado por mil razones que trae la vida, volviéndose esto en una obsesión que puede llegar a afectar la psiquis como el cuerpo.
A este trastorno que se llega a dar se le conoce como pseudociesis o mejor conocido como embarazo psicológico y no es más que el deseo obsesivo de procrear un hijo volviéndose en una enfermedad patológica que daña la psiquis de la mujer por su deseo desesperado, la cual la lleva a pensar en todo momento en el falso “futuro bebé” que piensa que lleva dentro de ella, inventando una vida que jamás llegará ya que no existe tal embarazo, ocasionando que cuando se llegue el momento de saber la verdad, ésta será tan cruda y cruel que tendrá grandes secuelas como una depresión que tiene que ser tratada por expertos para poder llevar a cabo un tratamiento que libere a la afectada a salir de una crisis que le ha cambiado la vida por el hecho de estar viviendo una falsa esperanza.
En esta enfermedad suelen darse diversos trastornos en la mente de la mujer así como también deformaciones reales del cuerpo como crecimiento de las glándulas mamarias, su ciclo menstrual se modifica, puede llegar a tener ligeras secreciones de leche, incluso hasta llegar a sentir pequeños movimientos fetales, tales que son los que incrementan el trastorno, haciendo que la mente juegue de manera indirecta con la mujer y a su vez se le una el lazo conyugal y la edad en la que se le esté presentando esta enfermedad, por ejemplo si es en una edad temprana es posible que esta enfermedad se presente más comúnmente ya que la afectada se encuentra en edad de plena fertilización y es cuando se siente libre y segura para poder procrear a su primogénito.
Otras de las causas que pueden llegar a provocar los síntomas de un embarazo real pero que en definitiva no lo es, se trata de la dependencia hacia el marido y creer que la llegada de un hijo le garantizará la completa atención de éste, manejando esta situación en algunas ocasiones hasta con chantajes por parte de la afectada, para que su esposo llegue a creer que realmente comenzarán una vida de nuevos padres, pero todo basándose del engaño sin pensar en las consecuencias que esto podrá tener, hasta llegar a un divorcio que lo único que provocaría sería más depresión en la mujer.
Los lazos que unen a un matrimonio en diversas ocasiones se pueden ver afectados por muchas razones, provocando que la mujer llegue a tener la idea de querer procrear un bebé que posiblemente sea el que salve la relación conyugal, y es por eso que al tener relaciones sexuales sólo por una ocasión, y la presión que esté manejando en esos momentos la mujer de no querer pasar por problemas, la pueden llevar a tener un embarazo psicológico, para “resolver” su vida con ella misma y con su pareja, volviéndose una obsesión que la saca por completa de su realidad. Esta enfermedad no sólo se presenta en mujeres, sino también los hombres pueden estar relacionados con este trastorno, aunque se escuche raro y poco racional, el deseo de ser padre también puede afectarlos igual o peor que las mujeres; esto tiene lugar cuando la mujer está realmente embarazada, y el hombre, por sentirse protector, procura que su mujer sufra en la menor medida posible todo la etapa de gestación y a su vez tiene ganas de ser partícipe de este período compartiendo absolutamente todo, a tal grado que hasta ellos pueden llegar a sentir los síntomas o los “achaques” comúnmente dichos, como son nauseas, tentación de comer todo lo que se les ponga de frente, etc., en pocas palabras es como si ellos llevaran al bebé dentro, y llegan a darles una sobre protección a sus mujeres para que nada salga mal durante la gestación.
Las mujeres que sufren el embarazo psicológico son jóvenes recién casadas, solteras que temen quedar embarazadas cuando su vida sexual se encuentra activa, mujeres de edad avanzada que le temen a la menopausia, mujeres estériles y las que se han casado por segunda vez y desean tener un hijo, así como le pasó a María de Jesús Robledo, una de las mujeres encuestadas, la cual creyó que su embarazo por fin se había logrado pero todo había sido una mala esperanza que solo la llevó a adquirir este trastorno, quedándose sola ya que su marido decidió dejarla por los diversos síntomas que decía sentir y que no aceptaba su realidad, hasta ponerse agresiva, pero que ahora se encuentra en terapia para salir de esta extraña nube negra en la que estaba.
Muchos llaman al embarazo psicológico, también como mental, fantasma, imaginario o nervioso, y que a decir del Dr. Alejandro Escobedo Díaz, ginecólogo adscrito al Sanatorio Durango, en la Ciudad de México, puede ocasionar en la mujer “toda una sintomatología característica de la gestación, es decir, náuseas, vómito, aumento del tamaño de los senos, producción de leche, disminución o interrupción del flujo menstrual (amenorrea) y hasta dolor de parto”, a pesar de que no existe un embrión que se desarrolle en su interior.
Es por eso que la jovencitas que comienzan a tener una vida sexual activa a temprana edad, se les recomienda que se informen de manera correcta y con verdaderos expertos la importancia de tomar esta decisión, ya que esta podría ser una consecuencia terrible que pasa en muchas de estas jóvenes, por el temor que las cosas se salgan de control y de no haber utilizado algún método anticonceptivo se comience este trastorno y los cambios que se empiezan a dar tengan que ser bruscos en la joven de temprana edad, a lo que ella tiene que informar inmediatamente , desde que piense que exista esta posibilidad de estar o no embarazada, para evitar problemas psicológicos que con el tiempo le traerán secuelas en su vida, hasta llegar a tener temor de embarazarse realmente.
Yo supongo que la mayoría de mujeres que desean tener hijos primero tienen que verificar si realmente pueden hacerlo, para que en dado caso no lleguen a tener una desilusión que pueda afectarr su persona.

POR:
María Dolores Martínez Padilla

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