lunes, 23 de marzo de 2009

Nu3vo sp4ñol SMS xa jovns

La llegada de las nuevas tecnologías no sólo transformó los ritmos de comunicación: también sirvió como un agente de cambio para el idioma.

Nu3vo sp4ñol SMS xa jovns
(Nuevo español sms para jóvenes)



Scribir 4lgo kon tod4s sus l3tr4s y h4c3r uso d pntos y kom4s n los ms4js d txto @hor4 s + d1fíc1l d lo q p4r3c. ¿Fue fácil de entender?, aquí presentamos la traducción al castellano: Escribir algo con todas sus letras y hacer uso de puntos y comas en los mensajes de texto ahora es más difícil de lo que parece.

Se trata de un nuevo lenguaje que se gesta entre los jóvenes, el lenguaje del SMS (Short Message Service: Servicio de Mensajería Corto), método que responde a la necesidad de comunicarse en tiempo real, de forma fácil y económica, a través de herramientas de mensajería instantánea para computadores y teléfonos móviles. Mientras que algunos ven en este sistema la posibilidad de transmitir más en pocas palabras, especialistas ven en él un síntoma de la deformación del idioma.

La práctica de este código “es como una especie de taquigrafía para poder representar las palabras completas, y ahora los jóvenes tratan de escribir lo más rápido que puedan”, destaca Alba Corina Valadez Solís, profesora de estudios de literatura mexicana en la Universidad de Guadalajara (UdeG).
A pesar de la ausencia de enlaces, los mensajes SMS buscan un mensaje claro y breve que los jóvenes interpretan fácilmente, afirma Luz Eugenia Aguilar González, presidenta de la Academia de Filología de la UdeG, quien agrega: “Las lenguas, por el uso natural, van evolucionando y van cambiando. Es decir, la escritura poco a poco se va adecuando a los tiempos y a las necesidades de quienes escriben”.

Para enriquecer sus charlas en chats o vía teléfono celular, los adeptos recopilan abreviaturas, recurren a diversos signos, reglas y diversas formas de expresión escrita. Son sólo algunas de las opciones que cada usuario utiliza para sacarle partido al mensaje y cubrir la función comunicativa. Las normas ortográficas, afirma Aguilar, tienen que ver con el tipo de texto que se elabora, pero no están aisladas de los escritos creados en los medios electrónicos: “Así como se incluye una carita en el Messenger, ese elemento sería parte de la ortografía [del SMS]”. Otros expertos en la materia están convencidos de que utilizar determinados códigos funciona a un nivel identitario: “Ese argot de comunidad, de grupos específicos que se comunican entre sí, inventa o deforma el lenguaje, de manera específica, para justamente lograr esa identificación o distinción frente al otro”, puntualiza Alfredo Rico Chávez, coordinador de la licenciatura de Sociología de la UdeG.

En este peculiar código, la consigna es ahorrar espacios y tiempo al momento de escribir un mensaje, esto significa que de los 65 millones de usuarios de telefonía celular registrados, en una hora se intercambian 3.2 millones de mensajes de texto en México. Incluso, quienes utilizan el servicio añaden otro factor: la economía. “Realmente no hago llamadas, porque los mensajes me salen más baratos, puedes hacer otra actividad, y no necesitas tener el 100 por ciento de tu atención en la otra persona”, indica Luis Preciado Infante, ingeniero en computación, un usuario más que envía y recibe mensajes con este vocabulario breve.
“Ahora resulta que la escritura es más accesible y más rápida que la telefonía como vehículo de comunicación”, sentencia el escritor jalisciense Ángel Ortuño, quien indica que ciertas claves utilizadas por los grupos juveniles, “de gran amplitud semántica”, podrían significar cualquier cosa y, “por el contexto en el que se usan”, son comprendidas. Sin embargo, existen personas para las que leer y entender el lenguaje SMS es toda una hazaña: el desafío es tratar de interpretar y aprender el código dependiendo de cómo se utiliza, además de recurrir a “palabras, letras o vocales que se pueden suprimir para que se sobreentiendan”, asegura Alba Corina Valadez.
El idioma en transformación
“La confusión que tienen los jóvenes es, en parte, culpa de los profesores que enseñamos la lengua, que no aceptamos esos nuevos códigos y no los introducimos a su educación”, comenta Luz Eugenia Aguilar González, presidenta de la Academia de Filología de la UdeG, quien añade que el reto, ahora, es mostrar a los alumnos a diferenciar diferentes sistemas de escritura: “Así como enseñamos a redactar una nota periodística, una receta de cocina o un cuento, igualmente tendríamos que enseñar cómo se escribe en el Messenger y en un mensaje de texto por celular”. Al respecto, el comunicólogo Luis Felipe Landín, considera que no se puede estar al margen de las nuevas tecnologías ni encasillar la evolución del lenguaje: “El profesor muestra las herramientas y tiene que establecer los parámetros, pero al final son los jóvenes quienes en determinado momento transforman o harán evolucionar al idioma”.
Los especialistas consultados coinciden en una cosa: el fenómeno ha traspasado la pantalla para infiltrarse en los textos académicos con estructuras sencillas, giros idiomáticos, errores gramaticales hasta la omisión de letras, signos de puntuación y acentos. Para algunos, lo importante es asesorar a los alumnos sobre dónde y cuándo pueden comunicarse con el lenguaje SMS. El escritor Ángel Ortuño considera que es una cuestión de enfoque, de proponer estrategias para los alumnos y los profesores, independientemente de la materia que impartan, y “no decirles ‘hablas mal’, sino insistir sobre el enorme caudal que hay en el idioma”.
Enseñar a los jóvenes el lenguaje y su correcto uso, no es tarea exclusiva de las instituciones educativas. También, señala la pedagoga Felícitas López Casillas, influyen las personas que conviven con el alumno: “La escuela tiene la mayor carga de enseñanza, pero no sólo el maestro está obligado a corregir los errores de lenguaje. Eso también le corresponde a la familia y a la personas cercanas al niño o al joven”. Para Luz Eugenia Aguilar, el problema de la escritura se agranda porque “a los maestros nos cuesta trabajo enseñar a escribir para que el alumno diferencie que no es lo mismo hablar que escribir”. Y agrega que “lo importante es que el lenguaje no se contamine: que no escribas la K en vez de Q en un texto académico. Debemos hacer consciente al alumno para que diferencie los contextos [en los que se comunica]”.
El uso de tecnologías de Internet y telefonía celular no son factores que, por sí solos, contribuyan a la deformación del lenguaje: la construcción de un vocabulario abreviado, explica Alba Corina Valadez Solís, es parte del “encuentro del medio y del individuo. Si no existiera el medio los jóvenes no tendrían la necesidad de modificar su escritura”. Al respecto, Alfredo Rico indica que “diseñamos la tecnología para hacer un uso más eficiente del tiempo, y parte de esa trampa o de esa agilidad pasa por omitir las normas o las reglas de la Real Academia de la Lengua”.
Otro de las causas que resaltan los expertos sobre esta escritura rápida y breve es “la actitud del individuo”, como indica Ángel Ortuño: “Es una cuestión fundamental, tanto del joven que desinformadamente suponga que el idioma nació con él y que esa es la única forma de hablar”.
Adaptarse a diferentes medios de expresión abre más posibilidades de comunicación, siempre y cuando se respete el código del medio para representar no sólo una palabra, sino una idea completa, reitera la presidenta de la Academia de Filología de la UdeG, quien concluye que la palabra escrita está tomando un nuevo valor con el lenguaje SMS: “Más que una deformación de la escritura, estaríamos hablando de una creación de nuevos códigos”.
Mientras los usuarios alaban su practicidad y las facilidades que este nuevo estilo de escribir representa, la propuesta del código SMS no para de crecer, una faceta más en el que los especialistas coinciden en que no hay que descuidar las reglas del español.

Por: Ibiza Salazar.
Video: Elizabeth Ramírez Alvarez
Ma. Dolores Martínez Padilla.

2 comentarios:

Zonikastar dijo...

1 fnomno + q´gnra polmik % las prsonas.! YO lo hago x komodida ;)

Dr.Zombie dijo...

es una bastardes no respetar a las chavos q´ eskriben asi, a mi me da igual